El desfile tuvo momentos de júbilo, pero también de fuerte impacto como el dedicado a los golpes de Estado con una enorme Carta Magna que se incendió a los ojos de público suspendida a 10 metros de altura, ante el espontáneo "Nunca Más" de los manifestantes.
Un momento de alto impacto fue el homenaje a las Madres de Plaza de Mayo, en los que mujeres con pañuelos blancos iluminados en la cabezas giraron en una estructura metálica gigantesca, ante cortinas de agua en las que se proyectaban imágenes de la represión durante la dictadura.